POR UN PELITO

Ayer cuando tránsitaba por la calle Anibal Espinosa cruzando la Moca se me atravesó un motorista, pegue un frenazo no sin antes mirar por el retrovisor a ver si no venía alguien y le frene a una pulgada del pie izquierdo.

Si hubiese venido un carro atrás de mi no hubiese tenido más remedio que darle un coñazo al muertorita ese, pero por suerte no venía nadie.

El tipo quedó como en shock, se paró bien y después fue empujando el motor para atrás para dejarme pasar, yo a todo esto me he quedado con una calma que mi hermana no lo creía, pues si quieren oirme diciendo maldiciones nada más tienen que montarse conmigo (ya estoy mejorando, llevo como dos semanas que no digo nada) , pero me he quedado mirando al tipo fijamente mientras retrocedía y él a la vez también me miraba.

Yo leí que el pensaba "Diablo que susto!, pero este tipo no me va a decir nada, si yo fuera él, el diccionario me quedaría chiquito insultando a quien se me atraviesa así".

Yo lo único que hice fue reirme y hacerle un gesto como diciendo "Que chepa tío".

Yo no quiero saber de los motoristas, pero a la vez, no tengo los escrúpulos para darle un yaguazo a uno de esos infelices.

Pero yo me pregunto, si el sabe que yo podía darle para que coño freno, es decir, frenamos los dos de golpe y el quedó justamente en el mismo medio del frente de mi carro. Coño acelera que yo freno y tu pasas, no el tiene que frenar también.

Pero na, eso es parte de la osadía de conducir en Santo Domingo.