ANALOGIA DE UN JUMO

Con apenas 3 meses en mi trabajo (entré en septiembre 2000) me di un jumo, que eso no tenía madre. Resulta que era el día de la fiesta de fin de año de la empresa, yo que ese día se me había presentado un problema con un proceso, no pude irme a la hora que se fue todo el mundo me fui un poco más tarde, pues la fiesta empezaba a las 4:00 PM.

Yo no pude ir a comer por el problema y cuando terminé ya eran las 4:32 PM y como tenía un poco de hambre crucé al frente y me tiré un hot dog. Eso era todo lo que me acompañaba en la barriga. La fiesta era en el club de las fuerzas armadas y arranco para allá en bola de humo.

Cuando llego veo que las mesas eran redondas para 10 personas, había una donde estaban las mujeres del área y varias personas más y le que le quedaba al lado nada más estaba Aquino, Luis Nelson y no recuerdo quien era el otro. Al caso es que cuando llego y me siento veo al coro como lento y un litro de Dewar’s en la mesa virgen, nadie lo había probando ni en esta ni en la otra, y digo yo, pero vengan acá y eso es de lujo que está. Arrancó la fiesta, Wiskey van y wiskey viene, nos bajamos el litro, cogimos el de la otra mesa, pedimos otro y otro y otro, el caso es que iban como 7. A todo esto el que más coro conmigo hacía era Manfredo porque ambos trabajamos en otro sitio y después caímos en este trabajo con una semana de diferencia.

Me cuentan que yo estaba que daba la hora, pues bailaba con to el mundo, bailando hasta el perrito. Después me aparecí en la mesa con una amiga, una amiga que estaba en la fiesta de su empresa, en otro salón del club. Ella era una antigua novia y todo un coro y beba, y beba.

Resulta que después cuando la fiesta estaba en las finales todos mis compañeros pensaban que yo me había ido con la amiga y no le dieron mente al estado en que me encontraba, craso error. Yo la había dejado a ella en su fiesta y me dije “Mega ya está bueno, arranca pa tu casa”.

Como yo era un infeliz, en ese tiempo, es decir, andaba a pie. Salí del club a la 27 de febrero a coger un taxi, no pasaban muchos, pero había un reguero de gente esperando taxi, que yo ya estaba medio desesperado, pues cuando para de beber después de una hartura de alcohol, me empieza a dar sueño. Entonces pasó un OMSA y decido subirme ahí, me siento en una esquina y recuesto la cabeza de la ventana.

Psst, psst. Mijo, ¿Y para donde tu vas?

-- Abro los ojos, “pa hainamosa”

-- Ah! Pues entonces vete en aquella guagua.

Yo estaba dormido, la guagua estaba vacía y me desmonto, veo un parqueo enorme, prácticamente vacío solo veo la guagua que el tipo que dijo que me montara y de la que me desmonté. Pienso “Mierda y todavía no he salido del club, ander diablo, ahora es que falta rueda”. Cuando entro a la guagua, mariado, la gente que esta sentada se me queda mirando como si yo fuera un extraterrestre y yo no le hago caso y me siento en un rincón mirando por la ventana. La guagua arranca y me empiezo a revisar, pues no tengo ni mi anillo de graduación, ni otro anillo que me había regalado mi tía. No tengo mi cadena, el beeper si lo tenía, pero no tengo ni mi guillo, ni mi celular.

Me pongo mosca y saco mi cartera, había retirado 5 mil pesos que le iba a dar a mi mamá pues ese mismo día habían dado el doble, y para sorpresa mía tengo todo el dinero, aparte de que tengo también mi reloj. Nada más pienso, mierda que raro, que ladrón más pendejo.

El caso es que cuando veo por la ventana un letrero que dice “EL BURRITO” es que me doy cuenta que yo estaba era en el hipódromo. MIERDA COÑO!. Nada, me quedé en la San Vicente de Paul, después que llegué a mi casa le digo “Mami, me atracan” como así mi hijo. Si mami que me atracan, mira no tengo mis prendas, pero es un ladrón como idiota, pues mira, me dejó todo el dinero, me dejó mi reloj que es mucho más caro que cualquier otra prenda que tenía.

Mi mamá coge la cartera que había dejado arriba del televisor y se pone a revisarla saca el dinero, lo cuenta y después saca un anillo, saca el otro, saca la cadena y me dice, y esto que es. Yo nada más dije, UPS.

Resulta que yo en mi jumeta como sabía que iba a coger transporte público había echado todo eso en la cartera pero parece que medí mal cuando eché el guillo que se fue por la abertura del centro de la cartera y no me di cuenta y el celular como tenía un beeper en el mismo bolsillo, la única explicación lógica que le encuentro es que lo boté al tratar de guardarlo, porque este que está aquí no se acuerda.

Ese fue mi último jumo, de ahí para acá cuando entro en estado happy paro de beber.