El Rincon del Mega

jueves, agosto 04, 2005

Lo que les dije....

Como les dije en unos de mis artículos anteriores Bomberos no se pisan la manguera, recientemente (antes de ayer precisamente) se reunieron nada más y nada menos que Hipólito Mejía y Leonel Fernández. Los protagonistas de todo tipo de dime y diretes mientras se enfrentaban en las elecciones presidenciales el año pasado, bueno siempre se estan atacando.

Uno que se autodenominó el Guapo de Gurabo y el otro que el mismo se definió de tímido, le decían el León (¿qué paradoja no?). Esas elecciones parecían más una comedia que una lucha de ideologías. Recuerden que quién dirige hoy los destinos de nuestra nación (rica pero pobremente administrada) al salir del poder en el 2000 dijo que prefirió pagar en vez de matar (el sonado caso PEME) y quien fue su sucesor, ahora ex-presidente, lo limpió de aquel espediente argumentando que a los expresidentes se le debe de respetar.

Sin embargo ese respeto no existió en aquella conocida entrevista ofrecida al periodista Jorge Ramos de la cadena Univisión de Estados Unidos, que cuando el sr. Ramos le dijo que iba ha realizar una entrevista a la oposición para hacer un balance Mejía le replicó: "pregúntale si es verdad que le gustan los hombres".

En más de una ocasión el Guapo de Gurabo se dirigión al León Tímido de flojo, blandengue, homosexual y todo tipo de improperios que se ocurriera en el momento, conducta que los lambones que le celebraban esta caterva de grocerías lo bautizaron con el nombre de "Presidente Atípico". Entonces me pregunto ¿Dónde está el respeto, que según el, hay que tenerle a los expresidentes?. Talvez una muestra fue el recibimiento que le dieron a Leonel el día aquel con bombas y perdigones.

Mientras que Fernández se defendía de una manera más diplomática con argumentos de incapaz, carente de ideas (bruto), en fin también otra caterva de insultos. Ahora el sr. Fernández nuevamente en el poder vive diciendo que la crisis del país fue fruto de los malos manejos de la gestión anterior y volvió a repetir que Mejía era un idiota cuando entendía que estado fallido se refería al período que gobernó.

Ahora que quieren incluir a Mejía en casi todos los expedientes posibles, parece que Leonel se acuerda que éste señor le evitó la chirola. Talvez uno de estos días vemos un recibimiento a Hipólito en algún lugar con bombas lagrimógenas y perdigones como muestra también del respeto que siente Leonel por el.

Me hubiese gustado que la charlatanería fuera un delito, porque si hubiese sido así a estos dos personajes lo hubieran condenado a cadena perpetua.